Tenemos el control de todos los materiales empleados y, por lo tanto, no estamos obligados a someternos a ningún compromiso. Nosotros mismos determinamos todos los factores esenciales, tales como la potencia lumínica, el color de la luz y la gestión térmica de una luminaria, de modo que influimos directamente en la calidad. Nuestros módulos LED deben alcanzar la máxima vida útil posible. En este sentido, estamos convencidos de la necesidad de utilizar componentes de máxima calidad, hechos exclusivamente de materiales resistentes al envejecimiento. De esta manera, evitamos de manera consecuente el uso de piezas de desgaste, tales como lentes de material sintético para guiar la luz en nuestros sistemas ópticos. En su lugar preferimos elegir materiales duraderos como el cristal, la silicona o el aluminio.
El envejecimiento de los componentes electrónicos, sobre todo de los diodos de luz, depende de las temperaturas a las que están expuestos durante el funcionamiento. Cuanto mayor sea la temperatura del componente, menor será la vida útil que se pueda esperar.
Por esa razón, en el desarrollo de nuevas luminarias la gestión térmica representa un gran desafío. Además del uso de componentes de alta calidad, hemos tomado medidas constructivas que garanticen las condiciones térmicas más favorables en el interior de las luminarias. Esto lleva a una importante prolongación de la vida útil del LED.
Por otra parte, los dispositivos de protección electrónicos contrarrestan un eventual sobrecalentamiento de los diferentes componentes. En nuestras luminarias hemos definido una regulación de la temperatura muy conservadora a propósito, rebajando de forma significativa las temperaturas máximas para los módulos LED.
Nuestros módulos LED están diseñados para una vida útil mínima de 50 000 horas de servicio. Sin embargo, en función de la temperatura ambiente, estos valores pueden ser significativamente superiores. Las fichas técnicas de nuestro sitio web contienen para cada luminaria información sobre la vida útil del LED en relación con la temperatura de color correspondiente y la temperatura ambiente.
¿Qué ocurre al final de la vida útil de un LED? ¿Quién suministra el recambio de ese componente electrónico? ¿Debería el propio usuario esforzarse en conseguir un nuevo módulo o incluso sustituir su luminaria o una instalación de iluminación completa?
Entre los proveedores externos de módulos y los fabricantes de luminarias no hemos encontrado respuestas que correspondan a nuestra idea de responsabilidad empresarial. Hemos solucionado este problema para nuestros clientes. Cada luminaria LED lleva ya la denominación de las lámparas con la información exacta sobre el módulo instalado. La producción propia nos permite seguir suministrando los módulos LED adecuados durante muchos años.
Quizás para entonces haya cambiado la técnica y el diseño de los componentes pero, por supuesto, las piezas de recambio seguirán correspondiéndose con el color de la luz y la potencia de los módulos LED instalados originalmente.
La construcción de nuestras luminarias LED permite cambiar esos componentes directamente, sin problemas y con herramientas habituales. Ya hemos tomado medidas de protección adecuadas contra la descarga electrostática y contra una eventual inversión de la polaridad de los componentes electrónicos por descuido. De este modo garantizamos la continuidad rentable y segura de sus luminarias LED.
El color de la luz de una lámpara se describe por medio de la temperatura de color en kelvin [K]. Las fuentes de luz usuales tienen una temperatura de color en una de las magnitudes de menos de 3300 kelvin = blanco cálido, 3300 a 5300 kelvin = blanco neutro o más de 5300 kelvin = blanco a la luz natural.
Nuestras estrictas exigencias de calidad son garantía de que nuestros módulos LED presentan una desviación máxima de tres elipses MacAdam para la posición del color indicado.
Para luminarias con un espacio constructivo restringido hemos desarrollado el módulo AC BEGA. Se conecta directamente a la tensión de red de 230 V y tiene un índice de reproducción cromática (CRI) > 80 y una temperatura de color de 3000 K.
Los términos técnicos que utilizamos para nuestras luminarias LED se refieren básicamente a las definiciones de ZVEI. En parte utilizaremos términos distintos para facilitar la comprensión.